Historias que llevan consigo
Cada animal que entraba en el refugio llevaba una historia, a veces llena de dolor, otras de esperanza. La historia de Lily se hacía más convincente a cada momento que pasaba. “Me pregunto qué será de ella”, murmuré medio en broma. “Espero que cosas buenas”, respondió un compañero de trabajo, con la voz teñida de optimismo. El viaje de Lily seguía desarrollándose, e intuí que pronto daría un giro inesperado.

Historias que llevan
Una llegada frenética
Mientras atendía a Lily, una mujer irrumpió sosteniendo a un perro callejero, con las manos temblorosas. “Lo he encontrado herido junto a la carretera”, explicó con urgencia, sus ojos suplicaban ayuda mientras aferraba al tembloroso animal. “No te preocupes”, le aseguré. “Nos ocuparemos de él” Había llegado otra emergencia que exigía atención inmediata.

Una llegada frenética