Calmar a una nueva amiga
Cuando tranquilicé suavemente a Lily, se relajó bajo mis caricias, sus ojos cautelosos se suavizaron y se le escapó un suave ronroneo. Cerca, el personal del refugio observaba, intrigado por este complicado caso. “Ahora está en buenas manos”, comentó uno, y yo asentí, sintiendo la responsabilidad de su confianza sobre mí.

Calmar a una nueva amiga
Un refugio lleno de amor
Aquí se trataba a todos los animales como si fueran de la familia. Nuestro refugio estaba muy unido y todos ayudaban a cualquier criatura que lo necesitara. La devoción del equipo era reconfortante, y en mi mente parpadeaban recuerdos de rescates y recuperaciones anteriores. “¿Te acuerdas de Max?”, se rió alguien, recordando viejas historias, cada recuerdo un testimonio de la esperanza y el cuidado que llenaban nuestro refugio.

Un refugio lleno de amor